Descripción de la Fotografía
Descripción de la especie
De tamaño mayor que el conejo. La liebre tiene color dorsal más pardo, las partes ventrales totalmente blancas, y la zona de contacto entre ambas de color canela rojizo.
La cola tiene una parte central negra y el borde exterior blanco.
Las orejas son más largas que en el conejo y tienen una llamativa mancha negra terminal.
Los machos llegan a pesar 2,95 kg y las hembras hasta 3,3 Kg.
Los excrementos son redondeados y a diferencia del conejo no forman letrinas.
Puede roer las cortezas de los árboles.
Distribución general
Endemismo ibérico. Su área de distribución ocupa toda la Península al sur del Ebro, incluyendo las zonas por debajo de la media montaña al sur de Navarra y Aragón, y llegando hasta Galicia. En las zonas más cantábricas y prepirenáicas existen otras dos especies, L castroviejoi y L. europaeus.
Hábitat
La liebre es capaz de vivir en hábitats tan diferentes como pinares de repoblación de Sierra de Baza, bordes de bosque, matorrales abiertos, cultivos de secano, olivares con sustrato herbáceo, encinares y coscojares, robledales, campos de cereal, o herbazales de tierras de labor abandonadas. Llega desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros de altitud.
Allí donde sea capaz de encontrar refugio y sustento, de manera independiente del tipo de cobertura vegetal, allí habrá liebres.
Comportamiento
Difiere sensiblemente de su pariente el conejo en muchos de sus hábitos. No hace madrigueras sino que se encama entre la hierba o al abrigo de una mata pudiendo estar parcialmente cubierta o totalmente descubierta y basando su seguridad en el camuflaje y la inmovilidad absoluta. Si la sorprendemos encamada veremos sus grandes ojos naranjas y puede aguantar nuestra presencia hasta que se siente amenazada, momento en que sale en una rapidísima carrera.
Lo más habitual cuando vemos una liebre es que vaya corriendo y parándose a prudencial distancia. Si existen ribazos o cambios de pendiente que le permiten taparse posiblemente agachará las orejas y en una rápida carrera desaparecerá de nuestra vista.
Habitualmente de hábitos nocturnos, aunque en ciertas épocas del año puede tener actividad diurna relacionada con el celo.
En fincas agrícolas donde no se sienta amenazada por la caza puede tener hábitos predominantemente diurnos.
Aunque en Granada puede reproducirse durante todo el año faltando solo en enero las hembras preñadas, en algunos momentos como primavera se aprecia más actividad reproductora y en lugares tranquilos con abundancia de herbazal y cereal pueden verse grupos de varios machos disputándose las hembras.
La camada más habitual es de dos lebratos en cada parto.
La liebre es presa habitual de las grandes rapaces, como Águila real, Búho real, A. imperial, A. perdicera, A. calzada, Azor, Ratonero, Milanos, etc. así como de Zorro, Gato montés, Lobo y Garduña.
Se alimenta de herbáceas, como tallos , hojas e incluso inflorescencias.
Acerca del supuesto consumo de carroñas, numerosos autores apuntan a que come las hierbas verdes que han podido crecer favorecidas por los restos de la carroña fresca pero que no se alimenta de carne.
Localización en Granada
Común en toda la provincia, en pinares y robledales, en tierra de labor cerealista, en mosaicos de vegetación, etc.
Especies similares
Del más común conejo se diferencia por tamaño, color, tamaño de las orejas, forma de correr, etc..
Estatus
En España, Preocupación menor LC.
La Liebre sufre numerosas amenazas desde la gestión cinegética inadecuada, la caza furtiva, y el uso de rodenticidas en zonas agrícolas, que con las muertes producidas en las carreteras, y el efecto de los fitosanitarios agrícolas suponen una presión antropogénica muy fuerte.
La intensificación de la agricultura con el abandono de prácticas de uso tradicionales y los cambios en el hábitat parece que tampoco favorecen a la liebre.
Fuentes
Purroy, F. J. (2011). Liebre ibérica - Lepus granatensis. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles.
Salvador, A., Cassinello, J. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/
Observación personal del autor.
Víctor Fernández