Lithobius forficatus Ciempies cobrizo

Ciempies cobrizo

FICHA TÉCNICA:

Fecha: 8 de Febrero de 2009
Autor de la fotografía: Jose Antonio  Díaz
Philum: ARTHROPODA
Clase: CHILOPODA
Orden: LITHOBIOMORPHA
Familia: LITHOBIIDAE
Genero: Lithobius
Especie: Forficatus
Nombre común: Ciempies cobrizo
Tipo de animal: Escorpiones y Ciempiés
Municipio: Torvizcón
Comarca: Las Alpujarras
Estación: Invierno
Espacio Natural: Alcornocales de Lújar - Haza del Lino
Endemismo: Amplia Distribución

Descripción de la Fotografía

 

  • Esta es una especie que evita la luz directa, por lo que es muy difícil el realizar una fotografía con luz natural.
  • Es aconsejable tener cuidado al realizar la fotografía del animal, ya que posee glándulas venenosas, por lo que no deberá ser tocado, bajo ninguna circunstancia.
  • Ejemplar fotografiado en la Haza del Lino (Torvizcón), a 1.350 msnm.

 

Descripción de la especie

 

Este ciempiés posee 15 segmentos y por tanto el mismo número de pares de patas.
 
Este ciempiés es de pequeño tamaño, con una longitud de 14 a 31 mm y una anchura de unos 4 mm.
 
La cabeza es circular y plana. A cada lado posee numerosos (15 a 40) y pequeños  ocelos, poco desarrollados, que le proporcionan una visión muy limitada que únicamente le permiten distinguir el día de la noche. Presenta un par de antenas formadas por un rosario de 35 a 49 artejos subesféricos. Debajo de la cabeza se ubican la furcículas, que son un par de patas que se han modificado en una especie de garras en forma de gancho o uña, que están asociadas a una glándula venenosa, que usan para capturar las presas y por tanto, actúan como piezas bucales adicionales. El veneno que inoculan a sus víctimas tiene una potencia similar a la de una avispa.
 
El abdomen está compuesto por 15 segmentos recubiertos de tergitos o placas de color cobrizo, lo que le proporciona el nombre común. Las patas poseen espinas.

 

Distribución general

 

Es una especie de Europa y África del Norte. Se sospecha la introducción antrópica en América, Asia y Australia.

 

Hábitat

 

De hábitos claramente nocturnos; pasan el día refugiados bajo piedras, maderas, resquicios y grietas. Necesita lugares húmedos, no excesivamente fríos y poco iluminados.

 

Comportamiento

 

Salen durante la noche, tiempo durante el cual desarrollan la mayor parte de su actividad predadora. Su carácter marcadamente lucífugo (fobia o aversión a la luz) y preferencia por ambientes húmedos, explica el porqué permanecen al resguardo durante el día. A diferencia de los insectos los ciempiés no poseen ninguna cutícula cerosa impermeable, por lo que están obligados a vivir en ambientes húmedos, también rehuyen la luz diurna evitando el frío y el calor extremos. Estos animales necesitan tener el dorso del cuerpo en contacto con un objeto sólido, es lo que se conoce como estereotropismo.
 
Se alimentan de pequeños insectos y otros tipos de artrópodos, también de pequeño tamaño (cochinillas, larvas de escarabajos y otros insectos). Para inmovilizar a las presas, les inyecta veneno. Este no es peligroso para los humanos, aunque su picadura sí puede resultar algo dolorosa.
 
No existe un apareamiento, sino que la inseminación se realiza de forma indirecta ya que los espermatozoides pasan del macho a la hembra mediante espermatóforos (Un espermatóforo es una cápsula o masa creada por los individuos machos de algunas especies de invertebrados, que contienen espermatozoides, siendo integralmente introducida en el órgano sexual femenino durante la cópula). El macho teje una tela donde deposita los espermatóforos a la espera que la hembra los recoja para fecundarse. La hembra recoge los espermatóforos y los conserva durante una hora dentro de sus órganos sexuales, siendo el envoltorio vacío rápidamente expulsado. Durante la puesta, que se produce 4 semanas después de la fecundación, la hembra proteje los huevos mediante una ooteca individual y enseguida son abandonados, al contrario de los hábitos de Scolopendra cingulata.  
 
Como otros artrópodos sufren una etapa de larva, durante la cual se producen varias mudas. Sin embargo no pueden comenzar a comer hasta que se alcanza la segunda muda. El número de patas aumenta conforme se avanza en las mudas, tal como ocurre con Scutigera coleoptrata.
 
Pueden vivir 5 ó 6 años, realizan puestas cavando agujeros en la tierra y cubriéndolos después. La puesta consta de 10-50 huevos.

 

Localización en Granada

 

Es una especie muy frecuente en toda la provincia.