Fotografía al atardecer de Húeneja bajando por la carretera desde el Puerto de la Ragua.
Húeneja es uno de los 8 pueblos del Marquesado del Zenete.
Situado en el límite de las cuencas hidrográficas del Mediterranéo y el Atlantico, cuya división sirve a la vez para separar aquí, las provincias de Granada y Almería.
HISTORIA:
La presencia humana en el término de Huéneja se remonta a los tiempos prehistóricos ,tiene su origen en la cultura del Algar como demuestran los numerosos hallazgos de objetos y sepulturas. Perteneció a la Bastetania y también a la colonia de Acci, durante la época romana, como límite jurisdiccional de la provincia Tarraconense. Por este lugar transcurría la calzada que desde Ilíberis se dirigía a la costa almeriense. Durante la dominación islámica se hizo fortaleza, construyéndose entonces el castillo de Reniha o Guenichea; en sus alquerías descansó Boabdil varios días a finales del año 1490. Tras la conquista cristiana dependió del Marquesado de Rodrigo de Mendoza y una vez sofocada la rebelión morisca fue repoblado el municipio con gentes de otras zonas.
Tiene su emplazamiento junto al río Isfalada ( Isfalá en lenguaje popular), con un atractivo especial como la primera de las 8 villas viniendo de Oriente al Poniente, que es como aparece Huéneja definida en los diccionarios del siglo XIX. Suele estar descrita como, " asentada entre dos barrancos" y formada por cuatro barrios: el de Solana en Llano, y los del Castillo, La Umbría y Once casas en cuestas muy pendientes".
LUGARES DE INTERÉS:
Restos de muralla y restos del castillo.
Se conservan muy bien sus baños árabes, y se ubican en el paraje conocido como " El Bañuelo" en plena calle del Agua. Su construcción data de los siglos XII y XIV.
La ermita de Nuestra Señora de la Encarnación, con su imponente torre del siglo XVI, levantada sobre el solar de una antigua mesquita. Es un templo de planta basilical y dividido en tres naves por arcos de medio punto, la central de las cuales aparece cubierta por un gran artesonado mudéjar que también se extiende a la capilla Mayor. Las obras se prolongaron desde 1500 a 1634. En su interior se encuentra un importante archivo con fondos de los siglos XVI y XVII, así como la imagen de su patrón, el beato Francisco Serrano de Frías.
Y de la misma época, levantada sobre la antigua mezquita, es la iglesia parroquial de la Anunciación, con coro alzado, torre y un retablo con imágenes policromadas del siglo XVIII.
Una de la características de este municipio es que conserva muchos elementos arquitectónicos islámicos como callejones en ángulo y sin salida, cobertizos y casas moriscas, de los que son principales exponentes los barrios del Albayzín y del Castillo.
En las inmediaciones del pueblo hay que destacar el paraje de los Castaños, con una zona recreativa conocida por el nombre de Molino Bajo, ideal para esparcimiento e investigación botánica y micológica, con castaños centenarios y otros ejemplares propios de las faldas de Sierra Nevada.
FIESTAS:
En honor de San Francisco Serrano, las fiestas patronales se celebran en torno al 27 de mayo, fecha a la que se trasladaron desde octubre cuando el hasta hace poco beato fue elevado definitivamente a los altares.
El 3 de febrero, hay una romería hasta el área recreativa de Los Castaños y al regreso por la tarde se encienden hogueras para continuar la convivencia.
GASTRONOMÍA:
Migas roeras y Olla de los segaores.
Potaje de castañas y calostros.
Repostería de corte morisco de calidad como en todo el marquesado del Zenete.