Descripción de la Fotografía
- Hembra de jabalí con su camada sorprendida en pleno día en un pequeño barranco con encinas.
Se puede observar a la hembra protegiendo a sus al menos siete rayones.
Es de destacar la presencia de un rayón con un patrón de pelaje blanco-manchado, posiblemente debido al "recuerdo genético" de algún cruce con cochinos domésticos. Esto que es raro en zonas de amplia presencia de cochinos semidomésticos resulta especialmente raro en esta zona donde no conocemos que se críen cerdos en semilibertad.
La piara estaba formada por dos hembras adultas y al menos 14 rayones, lo que da idea de lo prolífico que puede ser el jabalí cuando se dan condiciones ambientales adecuadas.
Descripción de la especie
El jabalí es uno de los pocos grandes mamíferos de nuestra fauna natural.
Patas cortas con pezuña que marca dos uñas principales y otras dos laterales cuando el terreno es blando.
Hocico alargado, cuello indistinguible, cuerpo cubierto de pelo duro -cerdas- que va del gris canoso al pardo oscuro en fase adulta.
Cola corta, alargada por un largo mechón de pelo.
Es una de las especies que muestran gran variación de tamaños relacionados con la latitud. En el centro de Europa, más frío y continental, las tallas de los ejemplares adultos son mucho mayores que en el sur más templado, buen ejemplo de la "Regla de Allen". Esto se debe a que cuanto mayor es el volumen corporal mejor se mantiene la temperatura interior y por tanto menos recursos energéticos hay que gastar en mantener el cuerpo caliente. Por decirlo de otra forma, los animales más "mazizos" se ven favorecidos en los climas más fríos, tendiendo asimismo a reducir la longitud de sus extremidades y sus orejas para evitar pérdidas de calor innecesarias. Así encontramos que en el sur de España los machos de jabalí raramente pasa de los 80 kg y en Europa Central superan con facilidad los 150kg.
Distribución general
Paleártico. Toda Europa, Asia y Norte de África.
Introducido en otras regiones.
En España es frecuente en todo el territorio peninsular, faltando en las islas.
Hábitat
Todo tipo de bosques, matorrales y cultivos.
Su expansión en los últimos cuarenta años ha tenido mucho que ver con el abandono progresivo de la explotación de los bosques y los matorrales y el descenso de la ocupación rural.
Siempre que encuentre espesuras donde encamarse de noche, es capaz de vivir alejado de bosques, dentro de zonas puramente agrícolas, sean éstas cultivos de cereal, maíz, caña de azúcar abandonada, frutales, etc.
Comportamiento
Si bien es muy abundante y continuamente encontramos sus rastros, pisadas, revolcaderos de fango, y suelos hozados, es difícil de ver.
De hábitos básicamente nocturnos en general. En ambientes de bosque poco transitados lo podemos ver en pleno día porque mantiene la actividad diurna.
Los núcleos familiares, de hembras con rayones o juveniles, se mantienen durante todo el año y pueden tener 3-4 hembras adultas y sus camadas.
Los machos suelen ir en grupos más reducidos, habitualmente solo dos ejemplares, incluso solitarios.
En las zonas menos recónditas se mantienen encamados durante el día en lo más espeso del matorral, de donde no salen salvo que los levanten los perros de caza o nuestras pisadas muy cercanas.
Se alimenta levantando el suelo, consumiendo frutas, raíces, bulbos, rizomas, invertebrados, incluso camadas de micromamíferos y conejos.
Durante el otoño una parte esencial de su dieta son las bellotas de encinas, alcornoques y robles, así como todo tipo de frutas silvestres accesibles.
Se reproduce durante casi todo el año, existiendo partos desde mediado el invierno.
Durante los primeros meses de vida mantienen un patrón de color pardo grisáceo con líneas claras, "rayones", que pasa a ser de color rojo ladrillo uniforme durante el primer año de vida aproximadamente.
Muy querencioso de los revolcaderos de fango que ellos mismos excavan y quedan encharcados tras la menor lluvia. Esta costumbre de revolcarse es básicamente higiénica, para proteger la piel contra los parásitos externos. Posteriormente al revolcado se rascan contra árboles cercanos en un comportamiento que parece ser más de marcaje territorial y deja los árboles pintados de color arcilloso.
Los machos desarrollan más que las hembras los dientes caninos superiores e inferiores. Los superiores salen retorcidos hacia arriba y con el rozamiento contra los inferiores forman en éstos últimos unas auténticas "navajas" que usan en sus peleas jerárquicas-reproductoras.
Localización en Granada
Está ampliamente distribuido por toda la provincia, desde la Vega de Motril, la Contraviesa, los matorrales y bosques de Sª Nevada, Sª de Baza, Almijara, Castril, etc.
Aunque ahora es tan común, a finales del siglo XIX solo es citado en Castril y Las Albuñuelas por Madoz, y Chapman y Buck no lo citan en sus cacerías por Sierra Nevada en 1910, lo que quiere decir que si existía era muy escaso. Posteriormente, en 1968-70 se introduce en Sª Harana y Baza desde donde se expande por toda la región.